Madelman, una figura antigua, moderna, de Disney o customizada. La perfección del autor ha llegado a un límite que no sabemos distinguir de qué tipo de muñeco se trata. Toda la esencia de recrear tu uniforme preferido (en este caso) en una figura tan representativa como un Madelman, desaparece al no saber distinguir qué figura es. El rostro, las manos, el cuerpo está tan modelado pintado, retocado, tratado que la customización pasa de imaginación a divertimiento y de ahí a arte y se queda en nada, porque no nos trasmite nada de añoranza hacia los Madelman, en este caso.
En nuestra modesta opinión, en la customización de juguetes estamos pasando de Miró a Velázquez, de sugerir a plasmar la más estricta realidad al detalle, de Pollock a Antonio López, de la imaginación a la fotografía costumbrista. Y todo nos gusta, pero hay personas que les gusta más Dalí y a otras Andy Warhol. Lo que no nos gusta es que juguetes de antaño, con solera, queridos y admirados desaparezcan debajo de una capa de pintura y un disfraz muy, muy bien hecho, porque de verdad que se desvirtúan. Y lo mismo ocurre con la customización de Playmobil, Geyperman, Mego, etc. La excelencia se come a la
esencia.
esencia.
Cuando se nos ocurrió el Juguete de Mis Sueños teníamos 2 objetivos primordiales. Primero ofrecer a los nostálgicos de los juguetes de los 60-70-80 y 90 un punto de encuentro donde disfrutar de nuevo (aunque sólo sea viéndolos en fotografías) de los juguetes de su infancia. Y en segundo lugar, incentivar a buscar, conseguir o construir, el juguete de tus sueños, ese que siempre quisiste tener y no se pudo, ya fuera porque nunca llegó a tus manos o por que no existiera y fuera tu mayor deseo, como un oficial alemán de Madelman, como había en Geyperman, o un vestido de novia de época para la Nancy.
Para nosotros eso es customizar.
AMM
PD.- En ningún momento hemos querido ofender a ningún Velázquez de la customización. Es otro camino y muy loable. Quizás, hasta sintamos un poco de envidia (siempre sana) de no poder llegar a ese nivel.
AMM
PD.- En ningún momento hemos querido ofender a ningún Velázquez de la customización. Es otro camino y muy loable. Quizás, hasta sintamos un poco de envidia (siempre sana) de no poder llegar a ese nivel.
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