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Customización de figuras de acción
No hace mucho, encontramos en una famosa red social un antiguo Madelman customizado como oficial alemán de la Wehrmacht. Traje de tela verde oliva perfectamente ajustado. Complementos, cinturón, cartucheras, insignias, emblemas, medallas, etc. en la escala perfecta y de realización impecable. Lo mismo con gorra y armas. Insuperable. Digno de un costomizador e historiador de los de renombre. Un maestro y gurú de la customización. Pero, sintiéndolo mucho, encontramos un gran error imperdonable. Uno esos que hace daño a los ojos. Que cualquier amante de la historia, modelismo, juguetes y customización tacharía de injustificable y castigable (con el “garrote vil” si es necesario) No se trata de una cruz de hierro colocada en un lugar de la guerrera erróneo, no es la cinta del botón de color equivocado, no es la MP45 con culata de madera (si llegó a existir) Es simplemente que no se sabe si es un
Madelman, una figura antigua, moderna, de Disney o customizada. La perfección del autor ha llegado a un límite que no sabemos distinguir de qué tipo de muñeco se trata. Toda la esencia de recrear tu uniforme preferido (en este caso) en una figura tan representativa como un Madelman, desaparece al no saber distinguir qué figura es. El rostro, las manos, el cuerpo está tan modelado pintado, retocado, tratado que la customización pasa de imaginación a divertimiento y de ahí a arte y se queda en nada, porque no nos trasmite nada de añoranza hacia los Madelman, en este caso.
En nuestra modesta opinión, en la customización de juguetes estamos pasando de Miró a Velázquez, de sugerir a plasmar la más estricta realidad al detalle, de Pollock a Antonio López, de la imaginación a la fotografía costumbrista. Y todo nos gusta, pero hay personas que les gusta más Dalí y a otras Andy Warhol. Lo que no nos gusta es que juguetes de antaño, con solera, queridos y admirados desaparezcan debajo de una capa de pintura y un disfraz muy, muy bien hecho, porque de verdad que se desvirtúan. Y lo mismo ocurre con la customización de Playmobil, Geyperman, Mego, etc. La excelencia se come a la
esencia.
Cuando se nos ocurrió el Juguete de Mis Sueños ahora Retrojuguete teníamos 2 objetivos primordiales. Primero ofrecer a los nostálgicos de los juguetes de los 60-70-80 y 90 un punto de encuentro donde disfrutar de nuevo (aunque sólo sea viéndolos en fotografías) de los juguetes de su infancia. Y en segundo lugar, incentivar a buscar, conseguir o construir, el juguete de tus sueños, ese que siempre quisiste tener y no se pudo, ya fuera porque nunca llegó a tus manos o por que no existiera y fuera tu mayor deseo, como un oficial alemán de Madelman, como había en Geyperman, o un vestido de novia de época para la Nancy.
Para nosotros eso es customizar.
Retrojuguete
AMM
PD.- En ningún momento hemos querido ofender a ningún Velázquez de la customización. Es otro camino y muy loable. Quizás, hasta sintamos un poco de envidia (siempre sana) de no poder llegar a ese nivel.
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