Está muy claro que, a través
del desarrollo y avance de las tecnologías, hemos pasado de levantarnos del
sofá a cambiar de canal en el televisor, a sólo mover el dedo para cambiarlo con
el mando a distancia, hasta no mover “ni un dedo” para pedirle por voz a
nuestro asistente virtual –en forma de altavoz- que cambie de canal por
nosotros. Una maravilla, pero ahora toca pensar si vamos a un mundo tipo Blade
Runner o más tipo Wall-E.
Las tecnologías siempre han
estado ahí, lo que ocurre es que como crecemos con ellas no nos damos cuenta de
los avances del día tras día. Sólo cuando paramos y echamos un vistazo como
espectador del progreso llegamos a sorprendernos. Yo tenía un VHS y ahora tengo
un asistente de voz que busca y proyecta la película que quiero ver. No hace
nada de tiempo veía películas donde la tierra había sido desbastada y los
supervivientes luchaban por encontrar algo de gasolina (el combustible más
importante en la ficción cinematográfica y en la realidad del momento) y ahora
ser el propietario de un coche diésel o gasolina está casi prohibido por los
gobiernos. El tiempo pasa deprisa y las tecnologías avanzan en paralelo.
"Un altavoz inteligente como asistente de voz es lo normal en el 2018 y el Internet de las Cosas, también. No son las nuevas tecnologías, son las tecnologías del momento"
Ahora tengo el problema de
enlazar este discurso tecnológico con el mundo de los juguetes, el
coleccionismo y la añoranza a la infancia. Pues bien, en este avance de las tecnologías
no debemos olvidarnos de las tiendas, los productos y los nuevos métodos de
promoción y venta.
Ya podemos desarrollar un
juguete con la última tecnológica electrónica, virtual, robótica o de
programación, que si el niño no utiliza su imaginación y creatividad como
imperativo para jugar y disfrutar, al juguete le vaticino un futuro muy negro.
El FIFA sigue siendo el rey de los videojuegos porque el jugador hace y deshace
en cada partido lo que le da la gana, tomando las decisiones que estime más
oportunas cada vez que juega. No engañaros, el FIFA no es record en ventas por
su renovada tecnología IA cada año, sino porque el jugador es dueño de hacer y
deshacer en cada partida. Jugabilidad, creatividad e imaginación.
En un mercado donde los
consumidores pueden preferir jugar con la caja que con su contenido, los
productos más simples pero con más potencial creativo son los reyes del
sector... Un palo es un palo, balón es un balón y una muñeca es una muñeca,
pero en la imaginación de un niño un palo es una varita mágica, un balón es la emoción
de ser Balón de Oro y una muñeca es una amiga por muchos años, confidente de
secretos y sentimientos. Cómo cambian las cosas con la fantasía y la
imaginación, ¿verdad?
"TODOS LOS PRODUCTOS DE TODOS LOS SECTORES SERÁN PERSONALIZADOS O CUSTOMIZADOS POR EL CLIENTE"
Enlazo este último párrafo con
nuestra manía de customizar con originalidad, creatividad e imaginación
cualquier juguete. Como saben nuestros seguidores, hemos customizado infinidad
de Playmóbiles, coches Payá y Rico de colección, cantidades abrumadoras de
Lego, Tente y Exin Castillos (realmente están pensados para ello), figuras de Madelman, Carros de
combate Tamiya cambiándoles la escala y la lógica de ingeniería, ropa y complementos y
hasta una silla del estadio Vicente Calderón. Vamos, que hemos modificado a
nuestro gusto y paciencia cientos de artículos, porque creemos que es el futuro
de los productos – cada consumidor personalizará cada producto a su manera- y,
lo más importante, porque nos encanta y disfrutamos con ello.
Nuestra última personalización
es una lámpara. El tema es que necesitábamos una lámpara de mesa para un
rinconcito majo. Las opciones son claras: Buscar una lámpara en diferentes
tiendas físicas o en internet, o tenemos la otra opción de echar imaginación,
creatividad y ganas para fabricarnos nuestra propia lámpara.
A decir verdad, algo del
trabajo lo teníamos realizado, ya que últimamente decoramos distintos rincones
de nuestro estudio con botes de cristal rellenos de juguetes de quiosco,
chuches de los 80, míticas maquinitas, etc. De esta forma, sólo debíamos que escoger
el tarro de cristal adecuado, una tapa de madera resistente, los componentes
eléctricos convenientes, la pantalla a nuestro gusto y… el relleno adecuado:
Soldaditos e Indios & Vaqueros de plástico distribuidos por colores.
Una vez terminada y
funcionando –bastante sencillo con las herramientas adecuadas- tenemos la
prueba física de que en un futuro muy, muy próximo TODOS LOS PRODUCTOS DE TODOS
LOS SECTORES SERÁN PERSONALIZADOS O CUSTOMIZADOS POR EL CLIENTE. ¡TODOS!
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AMM
Retrojuguete
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