¿CÓMO SE TASA UN JUGUETE ANTIGUO DE COLECCIÓN o VINTAGE ?
¿Cuánto vale un juguete antiguo?
¿Tengo un tesoro en mi altillo?
¿Por cuánto puedo vender este juguete?
¿Cuánto cuestan los juguetes de cuando era pequeño?
¿Cuánto vale un juguete antiguo que quiero vender?
¿Cuánto vale un juguete antiguo que quiero comprar?
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Retrojuguete te ayuda:
Después de unos 25 años
coleccionando “profesionalmente” juguetes antiguos, acudiendo a ferias,
rastros, mercadillos, casas especializadas, profesionales reconocidos, páginas
de subastas famosas y amigos de esta afición, no me queda claro cuánto cuesta un
juguete antiguo. Quizás mis dudas radican en que existe una fluctuación del
precio según convenga a no sé quién, porque tampoco existe nada científico que
así lo dicte y, me temo mucho, que en un gran porcentaje el chollo del compro
una ganga a quién no sabe lo que vende, y vendo con un precio alto al que sabe
lo que quiere, está a la orden del día. Así, buscando la semana pasada un juego
de CEFA en una aplicación del móvil, me encontré el mismo juego con precios
distintos con un rango de diferencia de 100€. Sí, habéis leído bien, 100€ de
diferencia.
"Las cosas valen lo que alguien quiere pagar por ellas,
si más ni menos."
Este caso me llevó a pensar que
hay mucha gente que no sabe el valor de lo que vende y hay más gente que sabe
muy bien lo que compra. Todos me entendéis. Particularmente no me molesta y
creo que son las reglas del juego, aceptadas por todos, admiradas por unos y
criticadas por otros, pero son las reglas. Estas normas no escritas son muy parecidas en
los rastros. Sabes que puedes encontrar un chollo, además sabes que vas a
regatear su precio y, si sale bien, te irás a casa con una sonrisa y la extraña
sensación de haber estafado al otro, sin haberlo hecho, porque un trato es un
trato y las reglas las sabemos todos.
"Es muy importante mentalizar a la población
que es muy fácil comprar y muy difícil vender."
Otra cosa es, y esto es lo que me
preocupa, que algunos profesionales (que dejan la humildad en el armario y así
se denominan) busquen y rebusquen el chollo en todos los canales posibles,
regateen, aprieten, vuelvan a apretar sin ningún escrúpulo, mientan y, en
definitiva, engañen con tal maestría que el pobre vendedor se sienta como el
engañador y no como el estafado. Sí, esto ocurre. Además, al poco tiempo ves el
artículo en algún lugar con 100€ de subida. ¿Y por qué me preocupa? Simplemente
porque se rompen las reglas, el mercado y el encanto del coleccionismo.
Encontrar chollos para tu colección particular, sí. Encontrar chollos para
revender a precio de mercado, sí. Encontrar chollos para intentar estafar a tu
vecino, no. Rotundamente no. Claro está que al estafador te lo
encuentras en esta afición y cualquier otra profesión o ámbito.
"No fiaros del estado del juguete porque esté como esté,
puede ser muy útil para alguien."
Después de toda esta parrafada no
entramos en miga, o quizás no quiera entrar en profundidad en la tasación de
juguetes antiguos, porque realmente no hay método empírico para tasar juguetes.
No, no lo hay. Depende de tantos factores que lo que puede servir hoy, puede
que no sirva para mañana. Las cosas valen
lo que alguien quiere pagar por ellas, si más ni menos. Y esta conocida
sentencia la aprendí hace muchos años, cuando pregunté a uno de mis hermanos
por el precio de un friso griego original, que tenía encima de la chimenea de su
casa. La respuesta de mi hermano fue: -“No
tengo ni la menor idea, puede que mucho, puede que poco y mañana puede que
nada. El friso vale lo que alguien quiera pagar, y primero hay que encontrar a
ese alguien.” Con esta lección aprendida, vamos a dar unas leves ideas de
cómo tasar un juguete antiguo, que estarán basadas en el sentido común y en el
criterio, porque no existe nada más.
La antigüedad del juguete. Está claro que cuando más antiguo el
precio es más alto. Como todo.
Las unidades del juguete en el mercado. Todo lo escaso es caro,
porque de otra manera los coches serían de oro y los anillos de acero. Si se
fabricaron pocas unidades del juguete o, simplemente, apenas existen unidades,
el juguete será caro.
Por si sirve
de ayuda, existe una medida internacional para definir el estado del juguete,
para que desde la Isla de Pascua hasta Robledo de Chavela, los coleccionistas
se hagan una idea del estado del juguete aún sin verlo: C-10 (Excelente, tanto
artículo como envase) a C-1 (Bastante deteriorado).
Estado del juguete. Un juguete no jugado es único. Si además
atendemos a los otros dos puntos anteriores: Es antiguo, había pocos y no se ha
jugado nunca con él, estamos delante de una joya. Como todo.
Embalaje. Caja. Blister. Si el juguete permanece en su caja
original, con instrucciones, manuales y demás complementos, es el argumento
perfecto para encarecer el artículo. ¿Qué niño del mundo y de cualquier
centuria recibe un regalo y no lo abre? O quién iba a decir que ese juguete no
se iba a vender, terminaría en un almacén durante años, para más tarde acabar
en las manos de un coleccionista.
Curiosidad o particularidad. Ser el primero en algo siempre ha sido
de excepción. Si un juguete es curioso por haber sido el primero en representar
un esquimal, tener pilas, soltar humo, etc. será particularmente curioso.
Demanda y modas. En esta afición también existen las modas, así el
simple hecho de que se estrene la última película de los Power Rangers en
breve, sin duda subirá la demanda y los precios de las figuras de Bandai de los
90.
Paradojas. En este caso la demanda y la antigüedad del juguete se
cruzan para crear una paradoja curiosa. Así, una figura de acción de los 80 en
PVC puede ponerse de moda por la razón X y duplicar en precio a un juguete de
hojalata del siglo XIX.
Curioso pero
cierto.
Juguetes donantes. Son juguetes que aunque estén deteriorados
pueden servir de donantes de piezas para otros iguales. Todos los puntos
anteriores no nos sirven si lo que tenemos es un juegue que, aunque destrozado,
puede servir a un coleccionista para completar el mismo juguete de su
colección. Así que no fiaros del estado del juguete porque esté como esté,
puede ser muy útil para alguien.
Complementos. Como en el punto anterior, aunque sólo tengamos
complementos de un juguete pueden tener una cotización muy alta en el mercado,
puesto que puede ser la pieza faltante del coleccionista. Nosotros llevamos
años buscando la “Thompson” (metralleta) de Madelman.
Nostalgia. Hemos llegado a los últimos puntos y más importantes. La
nostalgia por un juguete y la necesidad
de volver a tenerlo, tocarlo y comprarlo, seamos coleccionistas o no, es lo que
verdaderamente encarece el precio del juguete. Recordemos que las cosas valen
lo que alguien esté dispuesto a pagar por ellas. Los demás puntos sobran.
Necesidad de venta. Por otro lado, tenemos la necesidad de venta
del artículo por parte de vendedor. Si urge vender (por desgraciados motivos)
los juguetes bajan mucho la cotización. Este último punto sirve tanto para el
hombre de la manta del mercadillo, como para el gran coleccionista o tienda que
liquida su colección. Es muy importante mentalizar a la población que es muy
fácil comprar y muy difícil vender.
Como ya comentamos desde el
principio, estos puntos iban a servir de muy poco para saber cuánto valen los
juguetes que tienes en la casa de tu madre (¡Mi madreeeeeeee!), pero por lo
menos te harás una idea de cómo se funciona ahí fuera, aún con la fluctuación
incomprensible de los precios de los juguetes antiguos, como de las empresas en
el IBEX 35.
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PD.- Mi mayor miedo cuando me muera es que mis hijos vendan mi
colección de juguetes, por el precio que dije que me costó.
AMM
Retrojuguete
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