NOSTALGIA DE LOS 80

Orgulloso de formar parte de Nostalgia de los 80: un viaje a nuestra infancia

Papá Noel se ha adelantado este año y ya tengo en mis manos el libro impreso en el que he tenido la suerte de colaborar, un viaje entrañable por los juguetes históricos e icónicos de nuestra infancia y por toda esa nostalgia maravillosa de los 80: las meriendas de siempre, los helados míticos, las revistas que devorábamos y los juegos que marcaron una época. 


Hay proyectos que te tocan el corazón desde el primer momento, y Nostalgia de los 80 es, sin duda, uno de ellos. Hoy puedo decir con muchísimo orgullo que he tenido el privilegio de colaborar en este libro que ya es una realidad gracias al apoyo de cientos de personas que participaron en su campaña de crowdfunding en Verkami y como capitán de todo: José Guerrero, un crack en lo personal y profesional.

Verlo impreso entre mis manos es una sensación difícil de describir: mezcla de emoción, vértigo y una alegría inmensa por haber contribuido a algo tan especial.


El libro es un homenaje a toda una generación que creció entre juguetes icónicos, meriendas inolvidables, helados míticos, revistas que devorábamos y juegos que marcaron nuestra forma de entender el mundo. Cada página es una cápsula del tiempo que nos transporta directamente a aquellos años en los que todo parecía más sencillo, más mágico y, sobre todo, más nuestro. Es un recorrido visual y emocional por objetos, costumbres y pequeños rituales que hoy forman parte de nuestra memoria colectiva.


La realización del proyecto ha sido tan bonita como el resultado final. Se ha construido gracias a la pasión de José Guerrero, al entusiasmo de una comunidad que apostó por él desde el primer día y a un proceso colaborativo que ha permitido que muchas voces —incluida la mía— aportaran su granito de arena. Desde la documentación hasta la selección de imágenes, pasando por la escritura y la maquetación, todo ha sido un ejercicio de cariño hacia una época que nos marcó profundamente.

Formar parte de Nostalgia de los 80 ha sido un regalo. Y ahora que el libro ya está en el mundo, solo deseo que quienes lo lean sientan la misma emoción que nosotros al crearlo. Porque, al final, este proyecto no va solo de recuerdos: va de compartirlos.

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