Belén de plástico. ¡Sí!, el que tuvieron tus padres y
con el que jugabas en momentos de despiste.
El coleccionismo que es almacenar, acaparar, guardar y exponer ha existido
desde siempre. Es algo inherente al ser humano. Coleccionar es un instinto
humano básico y muy antiguo, propio de personas organizadas, cuidadosas y un
punto obsesivas. Ya sea de juguetes antiguos, minerales, sellos, campanillas,
postales, monedas, dedales, imanes, búhos, estampitas, chapas, botellas, sobres
de azúcar y figuras de belén. Sí, nos referimos a aquellas figuras de plástico tipo Reamsa,
Comansi, Gomarsa, etc. que mandaban en los belenes de las casas en las
Navidades en los 60, 70 y 80. Figuras muy bien detalladas, coloridas y en
varias escalas para poder hacer un efecto de distancia tridimensional. En la
actualidad ya son figuras de colección, de ahí que empecemos nuestra entrada
con este párrafo.
“El papel para el horizonte y el cielo se vendía en
muchos sitios y era el mismo para todas las casas”
El otro día pasé por la Plaza Mayor de Madrid, vi las luces, el ambiente,
la gente, los espantosos gorros de reno, los puestos de bromas (un clásico que
me encantó recordar) y los puestos con figuras y complementos para Navidad.
Bien, pues de unos 130 puestos, sólo uno, el 96 creo recordar, vendía piezas de
plástico en su totalidad. UNO. Por ello, las figuras para el Belén de plástico
pasan a formar parte de nuestro recuerdo y, como no puede ser de otra manera,
de nuestras colecciones.
Cosas que no podían faltar en los
belenes de antaño:
- Musgo.
- Corteza de árbol.
- Arena de rio.
- Piedrecitas de rio.
- Papel plata para el río.
Todo ello podía ser comprado, pero lo mejor y más divertido era buscarse la
vida por el campo e ir recolectando. Los más atrevidos le echaban harina para
simular nieve, cuando se cree que en Belén jamás ha nevado.
Las figuras que jamás podían faltar:
- Los romanos y el centurión.
- Los Reyes Magos adorando o en camello.
- La lavandera.
- Un señor de color negro con turbante blanco.
- El pastor acariciando a la oveja.
- El pastor con su hijo.
- El hombre porta leña.
- Un bandido ¿?¿?
- La señora que parece prepara castañas.
- El hombre del látigo para bueyes.
- Caganet (no había en mi casa)
- Y todo tipo de animalitos, sin faltar los pollitos amarillos, los patos y
cerditos.
Complementos:
- Casas realizadas en corcho. ¡Sí!, de corcho.
- Casas de Plástico
- El castillo.
- Palmeras.
- Un puente.
- Un pozo.
- Un fuego.
- Una cazuela al fuego. Que pueden ser las castañas de la señora de antes.
Este tipo de belenes podían ser compatibles con un Misterio de barro y echo
a mano que reinaba en la entrada de la casa o en el salón, pero nunca en el
Cuarto de Estar. (Antes había salón y cuarto de estar). Este Misterio no se
podía ni tocar. En otras casas, más pudientes, el Belén era completamente de
barro y se adquirían figuras, año tras año, en Navidad.
¿Por qué pienso que se puede coleccionar figuras del Belén? Principalmente, por diversión. Relajan y
permiten romper la monotonía cotidiana. En efecto, para algunos, pasar el
tiempo contemplando su colección de figuras del Belén es sencillamente un
deleite. Además, tales objetos pueden traer recuerdos de sitios y personas que
hubiéramos relegado casi al olvido, y en Navidad o en otra época del año, esto
es imperdonable. Esta afición puede resultar iluminadora y educativa. Por ello,
nosotros hemos rescatado nuestro Belén de los 70 y este año lo hemos puesto con
todo el cariño e ilusión.
Pero, claro, en mi casa no puede faltar algo más moderno para adornar y
prepararnos en Adviento para la Navidad, así que con todos nuestros respetos,
realizamos este Árbol de Navidad de Star Wars.
Desde El Juguete de mis Sueños os deseamos una ¡Feliz Navidad! Y un 2018 repleto de paz, alegría, amor y muchísimos juguetes antiguos y de colección.
Pd.- Al niño Jesús se le colocaba en su cuna el 24 de diciembre y los Reyes Magos se aproximaban (misteriosamente) poco a poco al portal de Belén.
El Juguete de mis Sueños
AMM
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