Dejemos
por un tiempo los Madelam y los He-Man en el armario y juguemos en la piscina
(volveremos a cogerlos pronto)
Hemos comendado en más de una
ocasión que los mejores juguetes y juegos surgen de nuestra imaginación. Una
figura de acción no es nada si no creamos una buena aventura para ella. Una
carrera ciclista de chapas no es posible, si no nos creemos que “Perico
Delgado” es la chapa de botella de Fanta raspada mil veces en el suelo. Esto es
la imaginación del juego, necesaria e imprescindible para el desarrollo de
cualquier niño. ¿Dime a qué jugabas y te diré cómo eres?
Además, si mezclamos amigos, verano
y piscina (mar o río) surgen multitud de juegos que permanecen, generación tras
generación, para el disfrute de
nuestros hijos, que intentan explicarnos cómo se juega, cuando ya lo sabíamos
desde hace 30 años.
Este tipo de juegos reúnen tres
condiciones fantásticas: Son sencillos y simples, requieren esfuerzo físico
(deporte) y se practican con los padres, hermanos o amigos. De entre los
múltiples que existen, hemos querido destacar los siguientes:
- El Tiburón: Normalmente
papá es un tiburón hambriento (es suficiente poner las manos en forma de
aleta y enseñar los dientes) y los niños pequeños peces que huyen de él.
- La Araña: Un niño
sale a pillar al resto, a quien vaya pillando se toman de la mano sin
poder soltarse y así se van sumando los pillados hasta que sólo queda uno,
que es quien gana
- Estatuas Patiabiertas: Este
suele ser uno que tiene más éxito entre los niños. Se trata de que uno se
queda como una estatua con piernas abiertas, mientras los otros pasan
buceando entre ellas. Hay varias versiones muy divertidas.
- El Mago: Un niño
es un mago y tiene una bola mágica (la pelota) Al lanzar la pelota ‘toca’
a un niño y lo convierte en su ayudante. Así hasta que quede un sólo niño.
También hay muchas versiones de este juego.
- Tula/Tifus/Tulipán: Típicos juegos de
calle, del tipo “pilla-pilla” que se adaptan al agua. En ocasiones se
salva a los niños pillados, buceando por debajo de las piernas: “Estatuas
Patiabiertas”
- Cazador de
Tesoros: Lanzar un juguete al agua
e ir en su busca.
- Marco
Polo: Todos los jugadores están en el agua y hay un niño que
es “Marco”. El objetivo del juego es que Marco, estando con los ojos
cerrados, encuentre y pille al resto. Para poder encontrarlos “Marco” va nadando y gritando su
nombre: ¡Marco!, y los demás jugadores responden ¡Polo! Cuándo los
jugadores están fuera del agua dicen: ¡Tierra! Y si es el momento que se
tiran a la agua, gritan: ¡Aire!
Lo más importante es que los niños disfruten, se lo
pasan bien y aprendan jugando, pero es cierto que el sol, el agua y la tensión
propia del juego, hacen una mezcla explosiva y es cultivo para accidentes
pequeños y, en otros casos, muy desgraciados y graves. La mejor manera es
prevenirlos y estar atentos cada segundo para evitarlos. Os dejamos algunos consejos
de prevención, que no son guías o reglas
reguladas, pero que los recomendamos por experiencia y sentido común.
Consejos de seguridad en las piscinas con niños:
- Crema de alta protección siempre y cada dos-tres
horas. No vale ponerles crema por la mañana y ya está.
- Respetar la digestión. Quizás son exageradas las 2 ó 3
horas que nos decían nuestros padres, pero si lo decían era por algo. Hay que
evitar los cambios bruscos de temperatura.
- Deben avisar a los mayores cuando se metan en el agua
y cuando salgan.
- Los niños deben estar siempre, pero siempre,
acompañados de adultos. Si son los padres mejor, nadie les cuida mejor que los
propios padres.
- Los niños que no saben nadar deben usar siempre
manguitos, chaleco, flotador, etc. siempre, dentro y fuera de la piscina.
Además, estos sistemas de flotación funcionan realmente como quita miedos, y
nos dan tiempo de reacción en caso de emergencia, pero no “salvan vidas”
automáticamente, por lo que hay que estar todavía más atentos.
- Especial cuidado con los bordillos y escaleras, están
mojados y suelen ser muy resbaladizos.
- Mucho cuidado en cómo se lanzan los niños a la
piscina. Desde la “bomba” al “Ángel”, es tan divertido como delicado cuando ya
se han pasado de vueltas y empiezan a
innovar.
- Aunque sea “casi irresistible” empujar, lanzar o tirar
a alguien a la piscina no es aconsejable. Tanto una mala caída, como los
bordillos son peligrosos.
- No deben jugar nunca a aguadillas. Asuntan e
impresionan como mínimo y… no hacen nada de gracia.
- Los hermanos y amigos deben avisar rápidamente si ven
que algún niño caído en la piscina o que se ha hecho daño.
- Lo recomendable es que jueguen en la parte de la
piscina en la que hacen pie y bien vigilados por los padres, en todo momento.
Disfrutar con vuestro hijos, tanto jugando con ellos
como mirando cómo juegan ellos y se divierten. Recordar vuestros veranos
(tuvierais piscina o no) cuando os levantabais por la mañana y sólo había
tiempo para jugar. 24h. de diversión y juegos (aunque a algunos tuvieran que
hacer un par de hojas de “las Cartillas Rubio” o del libro de “Vacaciones
Santillana”)
No te canses nunca de jugar con tus hijos.
PD.- ¿Qué suele
ser “casa” en los juegos de piscina? Ains! ¡Las escaleras!
Pd2.- ¿Cómo
envolvemos a los niños cuando salen de la piscina tiritando y con los labios
morados? Pues desde la cabeza a los pies, como si fuera una capa Yedi. Además,
los mandamos al sol, al grito de: “No te muevas de ahí, hasta que te seques”
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