La sucesión del Rey
Parece que los medios de comunicación y,
en especial, las redes sociales y los fotomontajes en WhastsApp, de mayor o
menor gusto, se han apropiado de la noticia de la futura coronación de Felipe
VI. En nuestro caso, y como auténticos aficionados a los juguetes, ustedes en
su casa y yo en la mía, hemos querido coronar a nuestro propio Felipe VI de
Playmobil, en nuestro mundo imaginario que reina en mi casa.
Esa es la verdad, cada habitación es un
país, cada rincón del pasillo una meseta o montaña, el salón la gran tierra
desconocida, donde se pueden encontrar dragones con facilidad, y la cocina, el
país prohibido (existen demasiados peligros) Cada uno de nosotros tiene su
propio territorio, nombre del país y rey. Como los niños de mi casa son niños,
pero no tontos, saben que algo ocurre fuera de las fronteras de su mundo y
quieren replicarlo en el suyo. Para ello, cuentan con distintos candidatos,
porque los reyes de esta tierra de capa y espada (algún trabucazo se escapa, de
vez en cuando) se eligen democráticamente y a votación popular de cada uno de
los países de la casa.
Eso sí, siguiendo obligatoriamente tres reglas fundamentales:
Eso sí, siguiendo obligatoriamente tres reglas fundamentales:
1.- El nombre debe
ser atractivo y que produzca un poco de miedo y respeto, del tipo rey Fuerte Caza Minotauros III.
2.- La vestimenta o la customización se puntúa, y mucho. Por ejemplo, unas
grandes barbas, una capa y un buen sable son casi indispensables.
3.- Mejor si tiene
poderes sobrenaturales. Claro, poder volar, tirar rayos por las manos, ser
invisible e inmortal, cuenta mucho para ser un buen candidato al trono.
Para vuestra información os dejo los
candidatos a rey. ¡Que gane el mejor!
Os contaré los resultados a través de un edicto.
PD.- Podéis
pensar que en mi casa estamos todos locos, o que somos unos frikis tremendos,
quizás que miento o que exagero, podéis pensar lo que queráis, pero os aseguro
que así es mi hogar.
Alberto
Martínez
Comentarios
Publicar un comentario