PARQUE DE ATRACCIONES DE MADRID 36 AÑOS DE DIFERENCIA



En ocasiones hablo con mi mujer sobre la importancia de mantener en nuestros hijos una imaginación activa, viva y llena de fantasía. Y que pasen muchos años sin que se den cuenta que la realidad es otra, muy buena también, pero otra. Me gustaría que creyeran en el ratoncito Pérez hasta los 18 años o más y en los Reyes Magos siempre... como yo. Que mientras jueguen al fútbol con 11 años se crean que son Pelé, que cuando estudien en la universidad dibujen, en el borde de los apuntes, una nave espacial y cuando cumplan 32 años monten una fantástica maqueta de la Pinta, la Niña o La Santa María sin dejar de imaginar que pueden montar en una de ellas y descubrir nuevas tierras... Al contrario de lo que dicen las estadísticas mi mujer les enfrenta a la realidad y yo les alejo de ella, diciéndoles que unos señores rojos muy pequeñitos, casi invisibles, con casco, pico y pala les tapan la herida cuando se han caído al suelo y les sangra la rodilla. Las plaquetas y los leucocitos van en coche y en naves por las venas.


El ascensor de esta atracción te llevaba al centro de la tierra

Sí, esto era una tracción de última generación.


Como digo, me gusta la realidad, con lo bueno y lo malo. Soy feliz. Pero me gustaría más que mis hijos siguieran jugando a los Madelmán, la plastilina o a los Playmobil hasta los 17 años... como hice yo ( y sigo haciendo) Que lean un libro y se lo crean de verdad. Que se sumerjan en su fantasía y la disfruten. No hay mejor ejemplo que la cara de un niño fascinado por una creencia fantástica. Como en el caso de mi hijo Gonzalo de 5 años. Sólo tenéis que ver la foto de abajo. Gonzalo está montado en la barca de la atracción La Jungla, del Parque de Atracciones de Madrid. Está viendo como un rinoceronte le da en el culete a un explorador que intenta escalar un árbol. Gonzalo se lo cree. Lo vive. Se fascina y se asombra. Disfruta y se imagina que a la vuelta, cuando dejemos atrás la escena, el explorador logrará subir  a la rama y escapar del rinoceronte. Ese momento, como otros millones, no tiene precio.  

La Jungla en el Parque de Atracciones


Quizás esta no sea una entrada típica de este blog. No se habla de un tipo de juguete, colección o marca de los 70 u 80, pero mantiene una misma línea editorial en cuanto a la apasionante sensación de ser niño. Todo el mundo recuerda esos años en los que los superhéroes, los monstruos, los dibujos animados, los Reyes Magos de Oriente vivían entre nosotros. Era nuestro mundo. Esa irrealidad ya no vuelve y la echamos de menos... yo, en mi caso, cada día... Ese lazo entre el mundo real y la imaginación  nos hace más fuertes y creativos y estoy totalmente seguro que nos ayuda a cumplir nuestros sueños. Porque si de verdad, de verdad de la buena, piensas que puedes conseguir algo, por muy lejano, imposible o irreal que te parezca, lo conseguirás. Sólo hay que imaginarlo, desearlo y esforzarse con cuerpo y alma para conseguirlo.

2013
1977
Repaso algunas fotos antiguas que tengo "guardadas como oro en paño" y empiezo a comparar con las actuales, fijándome en todos los detalles, pero prestando más atención a las atracciones de aquellos años y a las de ahora. Y os aseguro que aún quedan figuras en el Parque con más de 35 años, como los Tres Cerditos y el Dragón azul (este último pertenecía a la atracción Viaje al fondo de la tierra) y todavía funciona el paseo con los "coches Ford", que supuestamente ha sido mejorado con adornos, estatuas y figuras de otras atracciones antiguas y algunas replicas de monumentos de la EXPO 92 (por eso lo de la supuesta mejora)

Los tres cerditos y el Lobo (35 años cada uno)


Carrera de Caballos con bolas
Y en este 2013 me doy cuenta que han quitado la "Carrera de Caballos" con bolas. Eliminada definitivamente. Una pena. Anclada en el Parque de Atracciones desde hace 30 años, algún genio de Parques Reunidos ha decidido que no era rentable u original, en el pero de los casos. Vamos, para eliminarle a él también. En esa atracción, donde tu tirabas una bola que tenía que caer en un agujero para que avanzara el caballo, gané una diligencia y discutí con uno de mis hermanos porque el prefería un Madelman. ("Misión Campaña" estaba expuesto, pero dudo que se entregara a los ganadores)



Claro está que el mejor juguete es la imaginación y si podemos acompañarla con atrezzo suficiente, ya sea un muñeco o una atracción divertida... en El Parque de Atracciones de Madrid, seremos felices y lo recordaremos para siempre jamás. 






Misma esquina en el Parque 2013

Misma esquina en el Parque 1977



Pd.-  Mi mujer, que es la mejor del mundo mundial, me discute alguna de mis ideas, pero en realidad sé que las comparte, las defiende, las apoya y las aplica... Cuando no la veo, claro.

Pd 2.- A mi amigo I.E.A. q año tras año nos invita al Parque de Atracciones. Gracias.

Alberto Martínez Mora



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